Y dejé de llamarte papá
Y dejé de llamarte papá
«Caroline, gracias por todo lo que has hecho por las víctimas de la sumisión química. Voy a mostrarte el mejor ejemplo de tu lucha», Gisèle Pelicot.«Caroline Darian relata lo impensable y lo indecible, el horror y el caos, la traición y el sufrimiento. Qué valentía, fuerza e integridad», Nice-Matin.«Un relato que busca ir más allá del simple hecho, excepcional por su duración y el número de agresores, [] para alertar sobre el peligro de la sumisión química», Le Parisien.El 2 de noviembre de 2020, Caroline Darian recibe una llamada con una noticia que estalla como una bomba: su padre está bajo custodia policial ya que acaban de descubrir que, a lo largo de una década, ha drogado y promovido que decenas de hombres violaran a su madre mientras él filmaba las agresiones. Durante la investigación se entera, además, de que también ella podría haber sido víctima de su padre. Con un coraje excepcional, en este testimonio la hija de Gisèle Pelicot explica el dilema imposible de ser hija de la víctima y del agresor. Pero mientras narra el descubrimiento devastador de que su propio padre sea un monstruo y trata de gestionar la mezcla de rabia, vergüenza y empatía que siente por él, comparte la extraordinaria historia de su madre y cómo consiguió salir adelante, sin autocompasión, en circunstancias inimaginables. Gisèle Pelicot ha sido aclamada en todo el mundo por optar por un juicio público, un juicio en el que su hija Caroline ha testificado y con el que ambas han contribuido a que la vergüenza ya no caiga del lado de las víctimas, sino que, al fin, se dirija hacia los agresores. Juntas, madre e hija revelan otro aspecto de la violencia contra las mujeres, el de la sumisión química, transformando con valentía su trauma en una lucha colectiva.
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Técnicas de uso, cuidado y Lectura
Protege del sol y el polvo
La luz del sol es el enemigo número uno de los libros. Con el tiempo, los rayos UV decoloran las cubiertas, amarillean las páginas y debilitan el papel. Coloca tus estanterías en una pared que no reciba luz solar directa o usa cortinas para protegerlos.
El polvo puede acumularse y, con el tiempo, atraer plagas. Usa un paño de microfibra o una brocha suave para quitar el polvo de las cubiertas y los lomos de manera regular. Nunca uses plumeros porque solo esparcen el polvo.
Protege de la humedad
Los ambientes húmedos son ideales para el desarrollo de moho y hongos, que pueden arruinar un libro por completo. Por otro lado, un ambiente demasiado seco puede hacer que las páginas se vuelvan quebradizas. Lo ideal es mantener una temperatura estable y una humedad relativa entre el 30% y 50%.
La forma correcta de almacenar libros es de pie, uno al lado del otro. Evita apilarlos horizontalmente, ya que el peso puede deformar las cubiertas y dañar los lomos. Si tienes libros muy grandes y pesados, es mejor colocarlos en una superficie plana.
Técnicas de Lectura
No dobles las esquinas de las páginas: Utilizar las páginas como marcadores de lectura es una práctica muy común, pero daña el papel. Usa un marcapáginas o un trozo de papel para marcar por dónde vas.
Evita abrir el libro por completo: Aunque es tentador abrir el libro 180 grados para leerlo con comodidad, esto puede dañar el lomo. Intenta abrirlo solo lo necesario, sin forzar la unión de las páginas con la cubierta.
Cuidar de tus libros es una inversión a largo plazo que te permitirá disfrutar de ellos por muchos años. Con estos sencillos hábitos, te convertirás en un guardián de tus propias historias y conocimientos.