Por si un día volvemos
Por si un día volvemos
Orán. Años 20, siglo xx. En esta ciudad africana de origen árabe, pulso español y administración francesa desembarca una joven con el falso nombre de Cecilia Belmonte. En apariencia, ha cruzado el Mediterráneo para escapar de la miseria, como tantos compatriotas. Su razón, sin embargo, es más turbia.La urgencia por sobrevivir la obliga a dejarse la piel en plantaciones y lavaderos, como empleada doméstica y operaria de fábrica a destajo. Hasta que una madrugada, en la tabaquera Bastos, participa en un delito por el que paga con su sometimiento a un hombre despreciable. Su entereza será lo que la libere y le aporte el coraje para rehacerse y emprender un camino en ascenso, repleto de quiebros, logros y desafíos a lo largo de tres décadas vibrantes.Esta es la historia de una mujer que vivió el auge colonial y el trágico fin de la Argelia francesa. Y, en paralelo, sus páginas rescatan la memoria de los desconocidos pieds-noirs españoles que, arrastrados por la emigración y el exilio, formaron parte de aquel mundo.
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Técnicas de uso, cuidado y Lectura
Protege del sol y el polvo
La luz del sol es el enemigo número uno de los libros. Con el tiempo, los rayos UV decoloran las cubiertas, amarillean las páginas y debilitan el papel. Coloca tus estanterías en una pared que no reciba luz solar directa o usa cortinas para protegerlos.
El polvo puede acumularse y, con el tiempo, atraer plagas. Usa un paño de microfibra o una brocha suave para quitar el polvo de las cubiertas y los lomos de manera regular. Nunca uses plumeros porque solo esparcen el polvo.
Protege de la humedad
Los ambientes húmedos son ideales para el desarrollo de moho y hongos, que pueden arruinar un libro por completo. Por otro lado, un ambiente demasiado seco puede hacer que las páginas se vuelvan quebradizas. Lo ideal es mantener una temperatura estable y una humedad relativa entre el 30% y 50%.
La forma correcta de almacenar libros es de pie, uno al lado del otro. Evita apilarlos horizontalmente, ya que el peso puede deformar las cubiertas y dañar los lomos. Si tienes libros muy grandes y pesados, es mejor colocarlos en una superficie plana.
Técnicas de Lectura
No dobles las esquinas de las páginas: Utilizar las páginas como marcadores de lectura es una práctica muy común, pero daña el papel. Usa un marcapáginas o un trozo de papel para marcar por dónde vas.
Evita abrir el libro por completo: Aunque es tentador abrir el libro 180 grados para leerlo con comodidad, esto puede dañar el lomo. Intenta abrirlo solo lo necesario, sin forzar la unión de las páginas con la cubierta.
Cuidar de tus libros es una inversión a largo plazo que te permitirá disfrutar de ellos por muchos años. Con estos sencillos hábitos, te convertirás en un guardián de tus propias historias y conocimientos.