Los vagabundos de Dios
Los vagabundos de Dios
Adán Santana, un novelista con el cuerpo desbaratado y maltrecho por varios accidentes sucesivos, con un precario estado mental, que menguó sus fuerzas y su espíritu, sobrevivió como pudo al encierro de la pandemia y ahora es un náufrago inmóvil. La humanidad no cambió un ápice tras la prueba extrema que experimentó y él, en medio de ese caos, no sabe cómo retomar el rumbo, si es que aún existe alguno, después de todo lo que ha pasado.De manera misteriosa comienzan a llegarle señales de que debe volver al corazón oscuro de la ciudad que ha alimentado sus obras. La intempestiva aparición de un viejo amigo, un bohemio músico de jazz, lo pone en marcha al recomendarlo con una joven artista que recordó en terapia, por medio de la hipnosis, su propósito al conectarse con sus vidas pasadas.Al abismarse de nuevo, el escritor descubre que la realidad pierde su forma y que lo que cree sólido se desvanece. Sumergido en el Kairós, el tiempo sagrado, su cordura y templanza serán puestas a prueba por militares que experimentaron el horror, creyentes que esperan con fervor al nuevo Avatar, guerreros espirituales forjados tras las rejas de la cárcel, sádicos torturadores profesionales, víctimas escaldadas por un dolor que las consume y alimenta un odio atroz.Comprenderá que sin muerte no hay renacimiento, que si no hay un final no podremos tener un nuevo comienzo y que al dejar esa pose de escritor pulcro y cuidadoso, que calcula cada paso que da como si temiera hundirse en el abismo. Cuando quizás de lo que se trataba era, justamente, de dejarse caer en el vacío y de disfrutar el viaje por el precipicio.
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Técnicas de uso, cuidado y Lectura
Protege del sol y el polvo
La luz del sol es el enemigo número uno de los libros. Con el tiempo, los rayos UV decoloran las cubiertas, amarillean las páginas y debilitan el papel. Coloca tus estanterías en una pared que no reciba luz solar directa o usa cortinas para protegerlos.
El polvo puede acumularse y, con el tiempo, atraer plagas. Usa un paño de microfibra o una brocha suave para quitar el polvo de las cubiertas y los lomos de manera regular. Nunca uses plumeros porque solo esparcen el polvo.
Protege de la humedad
Los ambientes húmedos son ideales para el desarrollo de moho y hongos, que pueden arruinar un libro por completo. Por otro lado, un ambiente demasiado seco puede hacer que las páginas se vuelvan quebradizas. Lo ideal es mantener una temperatura estable y una humedad relativa entre el 30% y 50%.
La forma correcta de almacenar libros es de pie, uno al lado del otro. Evita apilarlos horizontalmente, ya que el peso puede deformar las cubiertas y dañar los lomos. Si tienes libros muy grandes y pesados, es mejor colocarlos en una superficie plana.
Técnicas de Lectura
No dobles las esquinas de las páginas: Utilizar las páginas como marcadores de lectura es una práctica muy común, pero daña el papel. Usa un marcapáginas o un trozo de papel para marcar por dónde vas.
Evita abrir el libro por completo: Aunque es tentador abrir el libro 180 grados para leerlo con comodidad, esto puede dañar el lomo. Intenta abrirlo solo lo necesario, sin forzar la unión de las páginas con la cubierta.
Cuidar de tus libros es una inversión a largo plazo que te permitirá disfrutar de ellos por muchos años. Con estos sencillos hábitos, te convertirás en un guardián de tus propias historias y conocimientos.