Llorar, reír, vivir. Simplemente Yokoi Kenji
Llorar, reír, vivir. Simplemente Yokoi Kenji
Yokoi Kenji retoma en este libro historias legendarias del Japón para, al final, hacer breves comentarios a manera de conclusiones sobre la vida de hoy. Historias de monjes y fábulas dan pie para reflexiones sobre el comportamiento humano. Al igual que en Salón 8, el autor tiene como telón de fondo sus vivencias en Japón y su condición de latinoamericano. Son 41 historias cortas donde el lector se dejará envolver por cuentos casi infantiles, mágicos, para encontrar ahí la respuesta a muchas inquietudes de la vida diaria. Lejos de dar cátedra directamente por medio de conceptos, las historias mismas van dejando reflexiones sobre la importancia de la disciplina, el valor de la amistad, la lealtad, el equilibrio entre el trabajo y el ocio, la importancia de la familia, las relaciones de pareja, entre otros temas.
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Técnicas de uso, cuidado y Lectura
Protege del sol y el polvo
La luz del sol es el enemigo número uno de los libros. Con el tiempo, los rayos UV decoloran las cubiertas, amarillean las páginas y debilitan el papel. Coloca tus estanterías en una pared que no reciba luz solar directa o usa cortinas para protegerlos.
El polvo puede acumularse y, con el tiempo, atraer plagas. Usa un paño de microfibra o una brocha suave para quitar el polvo de las cubiertas y los lomos de manera regular. Nunca uses plumeros porque solo esparcen el polvo.
Protege de la humedad
Los ambientes húmedos son ideales para el desarrollo de moho y hongos, que pueden arruinar un libro por completo. Por otro lado, un ambiente demasiado seco puede hacer que las páginas se vuelvan quebradizas. Lo ideal es mantener una temperatura estable y una humedad relativa entre el 30% y 50%.
La forma correcta de almacenar libros es de pie, uno al lado del otro. Evita apilarlos horizontalmente, ya que el peso puede deformar las cubiertas y dañar los lomos. Si tienes libros muy grandes y pesados, es mejor colocarlos en una superficie plana.
Técnicas de Lectura
No dobles las esquinas de las páginas: Utilizar las páginas como marcadores de lectura es una práctica muy común, pero daña el papel. Usa un marcapáginas o un trozo de papel para marcar por dónde vas.
Evita abrir el libro por completo: Aunque es tentador abrir el libro 180 grados para leerlo con comodidad, esto puede dañar el lomo. Intenta abrirlo solo lo necesario, sin forzar la unión de las páginas con la cubierta.
Cuidar de tus libros es una inversión a largo plazo que te permitirá disfrutar de ellos por muchos años. Con estos sencillos hábitos, te convertirás en un guardián de tus propias historias y conocimientos.