La Envidia
La Envidia
Una profesora citadina llega a una vereda boyacense para enseñar en la escuela rural y, en el fondo, elaborar el duelo por la muerte de su madre. Su aterrizaje en ese paisaje frío y yermo, habitado por una pequeña comunidad campesina a orillas de un embalse, se convierte en una experiencia íntima y transformadora. En el aire transparente del páramo, los sentimientos y contradicciones humanas emergen con nitidez: el amor, el miedo, la soledad, la solidaridad, la crueldad, la ternura... y la envidia, esa «tristeza o pesar del bien ajeno», ese «deseo de algo que no se posee».Lo que hace atrapante la lectura es algo relacionado con la trama, pero que va más allá de ella: lo que les ocurre a los personajes fluye con la naturalidad del vuelo de las garzas o de la jornada silenciosa de un pescador en la represa.Esta novela avanza con la precisa cadencia de los hechos, envuelta en una calma paramuna donde palpitan múltiples y sutiles universos, apenas perceptibles para la mirada minuciosa de la narradora. El frágil espectáculo de la existencia, que solo puede ser comunicado por una sensibilidad dispuesta a observar la vida tal como es.
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Técnicas de uso, cuidado y Lectura
Protege del sol y el polvo
La luz del sol es el enemigo número uno de los libros. Con el tiempo, los rayos UV decoloran las cubiertas, amarillean las páginas y debilitan el papel. Coloca tus estanterías en una pared que no reciba luz solar directa o usa cortinas para protegerlos.
El polvo puede acumularse y, con el tiempo, atraer plagas. Usa un paño de microfibra o una brocha suave para quitar el polvo de las cubiertas y los lomos de manera regular. Nunca uses plumeros porque solo esparcen el polvo.
Protege de la humedad
Los ambientes húmedos son ideales para el desarrollo de moho y hongos, que pueden arruinar un libro por completo. Por otro lado, un ambiente demasiado seco puede hacer que las páginas se vuelvan quebradizas. Lo ideal es mantener una temperatura estable y una humedad relativa entre el 30% y 50%.
La forma correcta de almacenar libros es de pie, uno al lado del otro. Evita apilarlos horizontalmente, ya que el peso puede deformar las cubiertas y dañar los lomos. Si tienes libros muy grandes y pesados, es mejor colocarlos en una superficie plana.
Técnicas de Lectura
No dobles las esquinas de las páginas: Utilizar las páginas como marcadores de lectura es una práctica muy común, pero daña el papel. Usa un marcapáginas o un trozo de papel para marcar por dónde vas.
Evita abrir el libro por completo: Aunque es tentador abrir el libro 180 grados para leerlo con comodidad, esto puede dañar el lomo. Intenta abrirlo solo lo necesario, sin forzar la unión de las páginas con la cubierta.
Cuidar de tus libros es una inversión a largo plazo que te permitirá disfrutar de ellos por muchos años. Con estos sencillos hábitos, te convertirás en un guardián de tus propias historias y conocimientos.