La Casa Neville 3. Yo soy el viento
La Casa Neville 3. Yo soy el viento
Manon Neville ha caído en la trampa hábilmente urdida por su pérfido cuñado Julian Porter-White. Con su amado Alexander Blackraven a miles de millas de Londres, se enfrenta a un peligro inminente, quizás a la muerte. Solo con la ayuda de sus fieles amigos logrará superar esta nueva y dura prueba que el destino le ha tendido. Aunque no será la última. Otros desafíos la aguardan en una lucha que parece no tener fin.En especial uno de ellos, recuperar al pequeño hijo de Alexander, que su antigua amante Alexandrina Trewartha abandonó en un convento de Dublín, se presenta como el más importante para Manon. Nada la detendrá en su carrera por encontrarlo, incluso viajará hasta las lejanas tierras del Río de la Plata, donde se convertirá en el blanco de una intriga por el control de la explotación del cerro Famatina.La Casa Neville. Yo soy el viento es un cierre a toda orquesta para esta inigualable trilogía que tiene por protagonista a la formidable Manon Neville. Con un ritmo trepidante, Florencia Bonelli conduce al lector por un laberinto de traiciones, conspiraciones y peligros, del que Manon logrará salir recurriendo al insuperable poder del amor.
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Técnicas de uso, cuidado y Lectura
Protege del sol y el polvo
La luz del sol es el enemigo número uno de los libros. Con el tiempo, los rayos UV decoloran las cubiertas, amarillean las páginas y debilitan el papel. Coloca tus estanterías en una pared que no reciba luz solar directa o usa cortinas para protegerlos.
El polvo puede acumularse y, con el tiempo, atraer plagas. Usa un paño de microfibra o una brocha suave para quitar el polvo de las cubiertas y los lomos de manera regular. Nunca uses plumeros porque solo esparcen el polvo.
Protege de la humedad
Los ambientes húmedos son ideales para el desarrollo de moho y hongos, que pueden arruinar un libro por completo. Por otro lado, un ambiente demasiado seco puede hacer que las páginas se vuelvan quebradizas. Lo ideal es mantener una temperatura estable y una humedad relativa entre el 30% y 50%.
La forma correcta de almacenar libros es de pie, uno al lado del otro. Evita apilarlos horizontalmente, ya que el peso puede deformar las cubiertas y dañar los lomos. Si tienes libros muy grandes y pesados, es mejor colocarlos en una superficie plana.
Técnicas de Lectura
No dobles las esquinas de las páginas: Utilizar las páginas como marcadores de lectura es una práctica muy común, pero daña el papel. Usa un marcapáginas o un trozo de papel para marcar por dónde vas.
Evita abrir el libro por completo: Aunque es tentador abrir el libro 180 grados para leerlo con comodidad, esto puede dañar el lomo. Intenta abrirlo solo lo necesario, sin forzar la unión de las páginas con la cubierta.
Cuidar de tus libros es una inversión a largo plazo que te permitirá disfrutar de ellos por muchos años. Con estos sencillos hábitos, te convertirás en un guardián de tus propias historias y conocimientos.