Expedientes secretos de la Segunda Guerra Mundial
Expedientes secretos de la Segunda Guerra Mundial
Más de setenta años después del fin de la Segunda Guerra Mundial quedan muchas preguntas sin responder sobre lo que sucedió entonces. La guerra secreta que se libró lejos del frente por oficiales de los servicios secretos, agentes dobles, timadores, falsificadores e incluso actores, fue decisiva para decidir el rumbo de los acontecimientos. Sin embargo, existen todavía numerosos claroscuros sobre episodios que fueron clave. ¿Quién fue el judío que espió para los nazis en Tierra Santa? ¿Estuvo Hitler cerca de conseguir la bomba atómica? ¿Sabías que hubo actrices de cine infiltradas en el corazón del Tercer Reich? ¿Y que en aquella guerra se llevó a cabo la operación de falsificación de moneda más ambiciosa de la historia? ¿Sabías que un cadáver ayudó a los aliados a desembarcar en Sicilia? ¿O que la mafia realizó un pacto secreto con el gobierno americano para colaborar en la causa bélica? El FBI de J. Edgar Hoover, los servicios secretos de Stalin, el crimen organizado, los teóricos raciales de Himmler, los instructores y agentes del SOE, magos y analistas de datos, espías como Cicerón o A-54,brutales guardias de los campos de concentración o delincuentes reconvertidos en libertadores, jalonan éstas vibrantes páginas y dan forma a los Expedientes Secretos de la Segunda Guerra Mundial, una visión que intenta acercarse lo máximo posible a la verdad sobre aquel tiempo de sangre y fuego.
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Técnicas de uso, cuidado y Lectura
Protege del sol y el polvo
La luz del sol es el enemigo número uno de los libros. Con el tiempo, los rayos UV decoloran las cubiertas, amarillean las páginas y debilitan el papel. Coloca tus estanterías en una pared que no reciba luz solar directa o usa cortinas para protegerlos.
El polvo puede acumularse y, con el tiempo, atraer plagas. Usa un paño de microfibra o una brocha suave para quitar el polvo de las cubiertas y los lomos de manera regular. Nunca uses plumeros porque solo esparcen el polvo.
Protege de la humedad
Los ambientes húmedos son ideales para el desarrollo de moho y hongos, que pueden arruinar un libro por completo. Por otro lado, un ambiente demasiado seco puede hacer que las páginas se vuelvan quebradizas. Lo ideal es mantener una temperatura estable y una humedad relativa entre el 30% y 50%.
La forma correcta de almacenar libros es de pie, uno al lado del otro. Evita apilarlos horizontalmente, ya que el peso puede deformar las cubiertas y dañar los lomos. Si tienes libros muy grandes y pesados, es mejor colocarlos en una superficie plana.
Técnicas de Lectura
No dobles las esquinas de las páginas: Utilizar las páginas como marcadores de lectura es una práctica muy común, pero daña el papel. Usa un marcapáginas o un trozo de papel para marcar por dónde vas.
Evita abrir el libro por completo: Aunque es tentador abrir el libro 180 grados para leerlo con comodidad, esto puede dañar el lomo. Intenta abrirlo solo lo necesario, sin forzar la unión de las páginas con la cubierta.
Cuidar de tus libros es una inversión a largo plazo que te permitirá disfrutar de ellos por muchos años. Con estos sencillos hábitos, te convertirás en un guardián de tus propias historias y conocimientos.