Diga Bueno
Diga Bueno
Unos ciento setenta millones de personas están diagnosticadas alrededor del mundo con trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Una enfermedad de la que poco se habla, pero está incluida en el listado de las diez más incapacitantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aparece en la infancia o la adolescencia y es clave detectarla a tiempo para poder tratarla.Carlos Sierra tiene 43 años, lo padece desde que era niño, pero solo hasta hace seis años se lo diagnosticaron de manera oficial. En este libro cuenta lo que padeció durante mucho tiempo y la manera como afectó su vida personal, familiar y laboral.Su historia de obsesiones y compulsiones tiene momentos risibles, que enmascaran la tragedia que vivía. En este testimonio, desgarrador y divertido a partes iguales, cuenta lo que ha vivido.Cosas como un viaje a Disney a los 12 años en el que vivía arrodillándose, simulando amarrarse los zapatos, porque sentía culpa por no amar a Mickey Mouse; las bendiciones que tenía que darse de manera compulsiva si pensaba en una mujer de manera sexual o las oraciones que hacía, de la misma forma, para que sus novias no lo dejaran.
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Técnicas de uso, cuidado y Lectura
Protege del sol y el polvo
La luz del sol es el enemigo número uno de los libros. Con el tiempo, los rayos UV decoloran las cubiertas, amarillean las páginas y debilitan el papel. Coloca tus estanterías en una pared que no reciba luz solar directa o usa cortinas para protegerlos.
El polvo puede acumularse y, con el tiempo, atraer plagas. Usa un paño de microfibra o una brocha suave para quitar el polvo de las cubiertas y los lomos de manera regular. Nunca uses plumeros porque solo esparcen el polvo.
Protege de la humedad
Los ambientes húmedos son ideales para el desarrollo de moho y hongos, que pueden arruinar un libro por completo. Por otro lado, un ambiente demasiado seco puede hacer que las páginas se vuelvan quebradizas. Lo ideal es mantener una temperatura estable y una humedad relativa entre el 30% y 50%.
La forma correcta de almacenar libros es de pie, uno al lado del otro. Evita apilarlos horizontalmente, ya que el peso puede deformar las cubiertas y dañar los lomos. Si tienes libros muy grandes y pesados, es mejor colocarlos en una superficie plana.
Técnicas de Lectura
No dobles las esquinas de las páginas: Utilizar las páginas como marcadores de lectura es una práctica muy común, pero daña el papel. Usa un marcapáginas o un trozo de papel para marcar por dónde vas.
Evita abrir el libro por completo: Aunque es tentador abrir el libro 180 grados para leerlo con comodidad, esto puede dañar el lomo. Intenta abrirlo solo lo necesario, sin forzar la unión de las páginas con la cubierta.
Cuidar de tus libros es una inversión a largo plazo que te permitirá disfrutar de ellos por muchos años. Con estos sencillos hábitos, te convertirás en un guardián de tus propias historias y conocimientos.