Conspiración en Londres
Conspiración en Londres
Venía de ser vencido. Manuel Belgrano, el general que se había ganado la admiración de todos, atravesaba uno de sus peores momentos. Las ruidosas derrotas en las batallas de Vilcapugio y Ayohuma lo habían dejado en una mala posición, no solo política. Abandonado a su suerte y lejos de la gloria, estaba a merced de lo que sobre su persona decidieran los poderosos de siempre, aquellos que poco y nada sabían de las tragedias del campo de batalla.No tenía opción: lo esperaban la cárcel y el escarnio, o aceptar a ciegas la misión que le encomendaba el gobierno de Buenos Aires en el Viejo Continente. Dijo que sí. Pero nunca imaginó que lo que tenía por delante era una de las misiones más descabelladas de la historia del Río de la Plata y que su compañero de viaje sería el siempre ambiguo Bernardino Rivadavia. En esa deriva alucinada, que se iniciaría en una Río de Janeiro imperial y seguiría en el Londres de la Regencia, tendría que lidiar a sol y a sombra con Lord Strangford, Manuel de Sarratea, el bufonesco conde Domingo Cabarrús y toda una serie de personajes brumosos, artífices de las más oscuras intrigas.Viajes, complots, traiciones, amores fugaces, lealtades que duran lo que un soplo y otras que se firman con sangre. Con un pie en un hecho real el affaire conocido como el asunto de Italia y otro en las elucubraciones de aquello que bien pudo haber sido, la primera ficción de Felipe Pigna se lee con el pulso de un thriller de espionaje y la atención que reclaman, siempre, las grandes figuras históricas. Por eso, Conspiración en Londres es una novela única, un libro que solo uno de los más reconocidos historiadores argentinos podía escribir.
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Técnicas de uso, cuidado y Lectura
Protege del sol y el polvo
La luz del sol es el enemigo número uno de los libros. Con el tiempo, los rayos UV decoloran las cubiertas, amarillean las páginas y debilitan el papel. Coloca tus estanterías en una pared que no reciba luz solar directa o usa cortinas para protegerlos.
El polvo puede acumularse y, con el tiempo, atraer plagas. Usa un paño de microfibra o una brocha suave para quitar el polvo de las cubiertas y los lomos de manera regular. Nunca uses plumeros porque solo esparcen el polvo.
Protege de la humedad
Los ambientes húmedos son ideales para el desarrollo de moho y hongos, que pueden arruinar un libro por completo. Por otro lado, un ambiente demasiado seco puede hacer que las páginas se vuelvan quebradizas. Lo ideal es mantener una temperatura estable y una humedad relativa entre el 30% y 50%.
La forma correcta de almacenar libros es de pie, uno al lado del otro. Evita apilarlos horizontalmente, ya que el peso puede deformar las cubiertas y dañar los lomos. Si tienes libros muy grandes y pesados, es mejor colocarlos en una superficie plana.
Técnicas de Lectura
No dobles las esquinas de las páginas: Utilizar las páginas como marcadores de lectura es una práctica muy común, pero daña el papel. Usa un marcapáginas o un trozo de papel para marcar por dónde vas.
Evita abrir el libro por completo: Aunque es tentador abrir el libro 180 grados para leerlo con comodidad, esto puede dañar el lomo. Intenta abrirlo solo lo necesario, sin forzar la unión de las páginas con la cubierta.
Cuidar de tus libros es una inversión a largo plazo que te permitirá disfrutar de ellos por muchos años. Con estos sencillos hábitos, te convertirás en un guardián de tus propias historias y conocimientos.